Los Zetas, la organización narcotraficante más temida de México, se está
transformando en una creciente amenaza para Estados Unidos a medida que
ha extendido su zona de influencia hacia el centro del país, llegando
hasta la costa oriental, alrededor de Washington DC, según las
autoridades.
Actualmente, la organización criminal tiene
presencia en más de 270 ciudades de Estados Unidos, sea de forma directa
o a través de alianzas con organizaciones criminales y narcotraficantes
locales, según se informa.
En respuesta a la creciente amenaza
que representan los Zetas al norte de la frontera, las autoridades
mexicanas y estadounidenses están trabajando más estrechamente que nunca
para enfrentarse a la organización y a otros grupos criminales
trasnacionales. Ambos países están compartiendo datos de inteligencia
militar y llevando a cabo operaciones de entrenamiento conjunto.
El año pasado, la Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos,
Janet Napolitano, envió un mensaje a Los Zetas y otros carteles al decir
que "vamos a continuar trabajando con nuestros socios en México para
desarticular y derrotar a sus organizaciones".
Estrecha cooperación entre México y Estados Unidos
Esa colaboración se ha materializado de diversas formas.
Las autoridades mexicanas y estadounidenses están colaborando
estrechamente para llevar ante la justicia a un integrante de Los Zetas
por su participación en el asesinato de un agente especial de la
Administración de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), quien
fue emboscado cerca de San Luís Potosí en febrero de 2011. Otro agente
de la ICE que estaba con Zapata (el agente asesinado) en un vehículo
blindado en ese momento resultó gravemente herido. Los dos agentes
estaban trabajando con el gobierno mexicano en la lucha contra el crimen
organizado.
Los procuradores mexicanos trabajarán junto con
sus homólogos estadounidenses cuando Julián Zapata Espinosa, líder de
los Zetas conocido como "El Piolín”, sea juzgado por el asesinato del
agente de la ICE, Jaime Zapata.
Esta peculiar forma de
cooperación judicial fue aprobada por un juez federal en Washington, DC,
luego de una solicitud del Departamento de Justicia de Estados Unidos
de que se permitiera que procuradores mexicanos ayudaran a presentar el
caso contra El Piolín, quien fue extraditado a Estados Unidos en
diciembre. La causa en su contra comenzará el 25 de abril.
Recientemente se han producido cuatro casos penales que ilustran la
creciente amenaza que representan los Zetas, desde la frontera hasta
Washington, DC.
El 8 de febrero, autoridades federales en San
Antonio informaron que nueve personas habían sido condenadas a prisión
por comprar armas de fuego en Estados Unidos para los Zetas. Las
autoridades incautaron 203 armas, incluyendo revólveres, un rifle de
francotirador calibre 50 y rifles militares de asalto. Las armas fueron
incautadas antes que pudieran ser introducidas a México, según las
autoridades.
En enero, un jurado federal en Laredo condenó de
cinco cargos a Gerardo Castillo Chávez, sicario de los Zetas de 25 años
de edad; los cargos incluían dos delitos con armas de fuego y asociación
delictiva para traficar drogas. Castillo Chávez, de Tamaulipas, es
conocido como “Cachetes”.
El juicio, que duró cinco días,
permitió obtener información sobre las operaciones de Los Zetas. Los
jurados escucharon testimonios de que Los Zetas operan en un campamento
cerca de San Fernando, donde se entrena a nuevos reclutas para que se
transformen en asesinos.
Un informante del gobierno testificó
que quienes querían ingresar a la organización debían matar a otras
personas (en ocasiones utilizando machetes o marrones) como prueba,
según informó el periódico San Antonio Express-News. También hubo
testimonios de que, desde aproximadamente 2005, Los Zetas habían enviado
a por lo menos cuatro equipos de sicarios a Laredo.
Según los
procuradores federales, Cachetes era parte de un equipo de sicarios de
Los Zetas que había sido enviado a Texas para matar a un narcotraficante
que trabajaba para el Cártel de Sinaloa Costa Oeste, un rival del
Cártel del Golfo. El testimonio describió hechos ocurridos en 2005 y
2006. En ese momento, Los Zetas eran la facción armada del Cártel del
Golfo, que se enfrentaba al Cártel de Sinaloa Costa Oeste.
En
2010, Los Zetas dejaron de trabajar para el Cártel del Golfo y se
transformaron en un grupo de crimen organizado independiente. Cachetes
podría ser enviado a prisión en cadena perpetua. La pena en su contra se
dictará el 30 de abril.
En otro caso, en julio de 2011, un
gran jurado en Colorado acusó formalmente a 23 personas presuntamente
vinculadas a Los Zetas por su participación en una organización de
tráfico de marihuana. La organización introdujo marihuana por un valor
de US$43 millones a Estados Unidos utilizando autobuses turísticos,
según informaron las autoridades.
El alcance de Los Zetas llega
hasta una ciudad en Maryland, a menos de una hora de Washington, DC. En
noviembre de 2010, un juez federal en Baltimore condenó a James Bostic a
19 años y seis meses de prisión por asociación delictiva para la poseer
y distribuir cocaína.
"Según el acuerdo con Bostic conforme al
cual se declaró culpable, desde 2005 hasta el 2 de febrero de 2010, él
recibió cocaína de la organización narcotraficante mexicana Los Zetas,
la cual era posteriormente distribuida por él y otros socios del grupo",
informaron fuentes de la DEA en comunicado de prensa. "Este caso
demuestra que los narcotraficantes locales mantienen vínculos con
organizaciones internacionales", dijo Rod J. Rosenstein, procurador
federal para el Distrito de Maryland.
Los Zetas y su rápida expansión en Estados Unidos
Hasta 2005, el FBI no consideraba que Los Zetas fueran una amenaza
seria para Estados Unidos. Según un informe de la agencia gubernamental
publicado en ese momento, era poco probable que Los Zetas se expandieran
más allá de los estados fronterizos de Texas, California, Arizona y
Nuevo México.
Para 2007, esa perspectiva ya estaba cambiando.
Fue en ese año que el Centro de Inteligencia El Paso (EPIC), un centro
de análisis utilizado por las agencias federales de seguridad de Estados
Unidos, informó que "las operaciones de secuestro y extorsión de Los
Zetas se están expandiendo desde la frontera entre México y Estados
Unidos hacia la zona centro y sureste de Estados Unidos, específicamente
Tennessee y Oklahoma". Según el informe, Los Zetas estaban secuestrando
a ciudadanos no estadounidenses que mantenían deudas con la
organización.
En un informe de 2008, el FBI advirtió que Los Zetas continuaban su expansión hacia los estados del sureste.
Los Zetas y sus estrechos vínculos con pandillas estadounidenses El
otoño pasado, el FBI publicó su Evaluación Nacional de Amenazas de
Pandillas para 2011. Existen pandillas estadounidenses que están
trabajando con organizaciones narcotraficantes mexicanas, "estableciendo
redes de narcotráfico de amplio alcance; prestando asistencia en el
tráfico de drogas, armas e inmigrantes ilegales a lo largo de la
frontera suroeste; y desempeñándose como sicarios para (los cárteles) en
el lado estadounidense de la frontera", según el informe.
En
el informe se dice que pandillas como Mara Salvatrucha (MS-13), Calle 18
y Florencia 13 trabajan con grupos del crimen organizado de México.
Parece que Los Zetas y el Cártel de Sinaloa también están buscando
alianzas con pandillas carcelarias de Estados Unidos, tales como los
Hermanos de Pistoleros Latinos (HPL), La Eme, el Texas Syndicate, Barrio
Azteca y Tango Blast
GRACIAS A:
-MARTÍN MEDINA
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